¿Qué es la Placenta Previa?

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Si fuiste diagnosticada con placenta previa, ¡has llegado al lugar adecuado! Aquí te explicaré de qué se trata esta alteración de la placenta, por qué sucede, cómo debe diagnosticarse, si tendrás alguna complicación y cuál es la mejor vía para que nazca tu bebé. Lee este post hasta el final y mira el video adjunto para complementar la información de una forma más didáctica.

Placenta previa bebe

¿Qué es la placenta previa y por que sucede?

Placenta previa antecedente

La placenta previa es una alteración obstétrica en la ubicación de la placenta, la cual generalmente se ubica en el polo superior del útero. Sin embargo, cuando la placenta se encuentra en la parte inferior del útero, cubriendo parcial o completamente el orificio cervical interno, se le denomina placenta previa. Para ser más precisos, se le denomina placenta previa cuando la placenta se encuentra en la parte inferior del útero y está a menos de 2 cm del orificio cervical interno.

 

La causa por la que la placenta no se establece en el lugar adecuado no es completamente comprendida hasta el día de hoy, pero se conocen varios factores que influyen en el desarrollo de esta alteración, y son los siguientes:

  • Antecedente de placenta previa
  • Cesárea anterior
  • Antecedente de legrado uterino
  • Embarazos múltiples (por ejemplo, gemelar)
  • Múltiples embarazos
  • Hábitos tóxicos (tabaquismo y uso de drogas)
  • Edad materna avanzada



¿Cuáles son los síntomas de la placenta previa?

El síntoma característico de la placenta previa es el sangrado, el cual suele ser abundante y de color rojo brillante, y generalmente aparece después de la semana 20 de gestación. Sin embargo, en la mayoría de las mujeres, el sangrado puede comenzar a partir de la semana 30 y, en algunos casos, a partir de la semana 35. Cuanto más precoz sea el sangrado, más recurrente puede ser y mayor es el riesgo de complicaciones. El sangrado puede ir acompañado de contracciones prematuras o dolor pélvico, aunque no siempre es el caso.

Placenta previa sintomas

¿Cómo se diagnóstica la placenta previa?

Placenta previa ultrasonido

El ultrasonido es la mejor forma para diagnosticar la placenta previa, siendo la vía de elección la transvaginal, pues esta proporciona una imagen más clara y precisa de la placenta. Además, el ultrasonido transvaginal no empeora el cuadro clínico, no provoca más sangrado y no dañará a tu bebé, aunque también es posible realizar una resonancia magnética, pero este estudio de imagen se reservará exclusivamente cuando la placenta se encuentra en la parte posterior del útero.

La mayoría de las veces, la placenta previa que cursa asintomática, es decir, sin sangrado, se diagnostica por medio del segundo ultrasonido abdominal de rutina, usualmente en la semana 20 de gestación. De ser así, siempre se debe confirmar la placenta previa por vía transvaginal.

¿Cómo se clasifica la plasenta prevía?

La placenta previa se clasifica según la ubicación de la placenta en relación con el orificio cervical interno. Esta clasificación ayuda a determinar el manejo y el tipo de parto más adecuado. Existen cuatro tipos principales:

  1. Placenta Previa Total: La placenta cubre completamente el orificio cervical interno. En este caso, el parto vaginal es generalmente contraindicado debido al riesgo elevado de hemorragia masiva durante el parto.

  2. Placenta Previa Parcial: La placenta cubre parcialmente el orificio cervical interno. Similar a la placenta previa total, el riesgo de hemorragia es alto, y el parto vaginal no es recomendado.

  3. Placenta Previa Marginal: La placenta está situada cerca del borde del orificio cervical interno, pero no lo cubre. En algunos casos, si el sangrado es mínimo y la placenta se desplaza durante el embarazo, puede considerarse un parto vaginal, especialmente si el sangrado se controla y la placenta se aleja del cuello uterino.

  4. Placenta de Inserción Baja: La placenta se encuentra a menos de 2 cm del orificio cervical interno, pero no lo cubre. A menudo, esta situación puede mejorar a medida que avanza el embarazo, y se puede considerar un parto vaginal dependiendo de la ubicación final de la placenta y la presencia de sangrado.

Cada tipo tiene implicaciones diferentes para el manejo del embarazo y el parto.

Placenta previa clasificacion

¿Cómo evoluciona la placenta previa?

Placenta previa cesarea

Cuando una mujer es diagnosticada con placenta previa antes de la semana 24 de gestación, esta suele corregirse con la evolución del embarazo, generalmente sin causar más complicaciones maternas o fetales. Sin embargo, cuando la placenta previa es total o parcial, puede provocar sangrado abundante que irrita el útero, desencadenando contracciones. Estas contracciones pueden desprender aún más la placenta, creando un círculo vicioso, aumentando el sangrado.

En estos casos, cuando el sangrado es abundante, es mejor hospitalizar a la madre, administrar corticosteroides para la maduración fetal e interrumpir el embarazo mediante una cesárea, pues el riesgo de hemorragia y choque hipovolémico es elevado, poniendo en peligro tanto a la madre como al feto.

Cuando la placenta previa es marginal o de inserción baja, el sangrado generalmente es menor o incluso puede estar ausente. En estos casos, es conveniente realizar un seguimiento con ultrasonido, evaluando cada caso de forma individual. Si no hay ninguna otra contraindicación, el parto vaginal puede ser una opción a considerar.

Ahora te invito a ver el video para complementar esta información.

¡Buena salud!

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