La ashwagandha, una planta medicinal de la medicina ayurvédica, ha sido reconocida por sus múltiples beneficios para la salud. Su nombre, derivado del sánscrito, se traduce como “olor a caballo”, debido al aroma distintivo de su raíz, que también simboliza la fuerza y vitalidad. Aunque es utilizada desde hace miles de años, su relevancia en el mundo occidental ha aumentado recientemente debido a su efectividad comprobada en el manejo del estrés, la ansiedad y el insomnio.
¿Qué beneficios otorga la Ashwagandha?
Estudios científicos han demostrado que la ashwagandha ayuda a reducir el estrés y la ansiedad al disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto es particularmente valioso en un contexto donde el estrés crónico puede afectar negativamente la salud física y mental, incluyendo el sistema inmunológico y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La planta también ha mostrado mejorar la calidad de vida al reducir los síntomas de ansiedad en personas que la utilizan regularmente.
Además de sus efectos ansiolíticos, la ashwagandha se ha asociado con mejoría de la función cognitiva y el sueño. Los adultos mayores que tomaron extracto de ashwagandha reportaron mejoras en la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento de la información. También se ha encontrado que mejora la calidad del sueño sin los efectos secundarios comunes de los medicamentos sedantes, ayudando a las personas a sentirse más descansadas y menos ansiosas al despertar.
¿Cómo tomar Ashwagandha?
Aunque los efectos secundarios suelen ser leves, como malestar estomacal y somnolencia, la ashwagandha no es adecuada para todos. Se debe evitar durante el embarazo, la lactancia y en personas con ciertas enfermedades autoinmunes o gastrointestinales. También puede interactuar con medicamentos para la tiroides, la diabetes y la presión arterial. Es crucial usarla bajo la supervisión de un profesional de la salud y evitar productos de baja calidad no avalados.